Arturo Arroyo no comparte la clásica interpretación que encuentra en las luchas de quienes protagonizan “El eternauta” la esencia del héroe colectivo. Él sostiene otra mirada sobre la obra de Héctor Oesterheld, una “visión nacional” expresada ya desde la tapa del libro que editó este año y que justifica a lo largo de más de 350 páginas. “El verdadero héroe en ‘El eternauta’ es el Ejército argentino”, afirma Arroyo, un apasionado por la historieta que integró como guionista el staff de Pucará, recordada revista tucumana que apareció por primera vez en 1985 y en su segunda etapa, en los 90, llegó a tirar en promedio 15.000 ejemplares.
Jubilado de la docencia, Arroyo se abocó a desmenuzar “El eternauta” en un tono histórico-ensayístico que lo llevó a bucear en las raíces de lo que él llama “la historieta nacional” y a poner en contexto a Oesterheld y a su prolífica producción. El resultado es un volumen extenso, generosamente documentado, al que tituló “Para bien leer ‘El eternauta’”. Allí propone un viaje en el que entran en diálogo diversos temas: la historieta como fenómeno, las operaciones que desde hace décadas actúan sobre la cultura argentina, los nombres y los títulos que obraron como precedentes y sucesores de “El eternauta” -escritores y dibujantes-, sus influencias y su legado. Todo con una explícita postura nacionalista, extendida -por ejemplo- a la huella que dejó la revista Pucará y a todo lo que significa Malvinas en el imaginario popular.
Arroyo subraya la concepción hispanista y cristiana como eje estructurante de “lo nacional” en su libro, pregnado de ese potente componente ideológico y a la vez de un manifiesto cariño por la historieta, género al que rescata y pondera por medio de un minucioso trabajo de archivo. Así van apareciendo viñetas, tiras, personajes, títulos, revistas y editoriales muchas veces olvidadas, a los que Arroyo engarza con esa obra cumbre que es “El eternauta”.
Murió una reconocida actriz que trabajó con Antonio Gasalla y participó en El EternautaDe lo que reniega Arroyo es de la utilización política que se hizo, en especial del intento de apropiación realizado por La Cámpora para convertir al ex presidente Kirchner en Nestornauta. Es más, Arroyo descree de otras lecturas sociológicas de “El eternauta”, por caso la del héroe colectivo representado por ese grupo de hombres comunes puestos en la tarea de enfrentar una invasión alienígena. Arroyo enfatiza que esa misión se la entrega Oesterheld al Ejército, encargado real de librar la batalla por la supervivencia. Esta mirada comulga con la posición que defiende Arroyo en el libro, en la que las Fuerzas Armadas son parte esencial de esa argentinidad a la que alude una y otra vez.
En ese sentido, Arroyo se apoya en “Patria vieja”, historieta que Oesterheld publicó en Hora Cero -revista de la editorial Frontera, fundada por el propio autor-. Allí encuentra Arroyo el germen de lo que luego sería “El eternauta”: una historia de “amores filiales, lealtades, patriotismo y sacrificios”. El ejemplo de la cultura puesta a “hacer patria” y a “enseñar a la juventud”.
El Eternauta 2: cuándo se podrá ver en Netflix y todo lo que se sabe sobre la nueva temporadaLlegando a “El eternauta”, lo que celebra Arroyo fue la decisión de Oesterheld de poner en el centro de la escena al Ejército argentino y a su capacidad de ser la única institución, en un marco de caos absoluto como es una invasión extraterrestre, de “restablecer el orden”. “Es el Ejército argentino, y ninguna otra cosa -escribe Arroyo-, el que clarifica esa espantosa situación, pone cada cosa en su lugar, convoca a los argentinos sobrevivientes, los llama a unirse para combatir al enemigo y les asegura que los dotará de organización, medios y objetivos”. Esto refuerza, apunta Arroyo, su certeza de que “El eternauta” es, básicamente, una historieta de guerra.
Advierte Arroyo que son esos tópicos -el amor por lo nacional, el sentido de unidad fundado en valores y raíces comunes, la defensa de la “argentinidad”- los que recogerán él y sus compañeros de ruta, años más tarde, en la revista Pucará.